Ya no más y respiro, temblaba la llave en la puerta y en mi diario las palabras querían ocultarse: hoy mal, ayer también, mañana peor. Ya no más, por tu culpa, me decía, me arrancaba las raíces por mi culpa, por mi grandísima culpa, tambaleaba mi voluntad rodeada por una serpiente, Ya no más, no volveré a comer de tu plato de piedras, y por no convertirme en Lot no vuelvo la vista, esta vez me reconozco, por primera vez en otras mujeres que me sostienen. Por primera vez me abrazo con amor, a los jirones de mi, recién nacida.