Fin de vacaciones

La vacaciones en la costa se estaban terminando.
-Por ser el último día podríamos ir hasta la playita del centro ¿Qué les parece? -le pregunté a mis hijos. -¡Sí! -contestaron los tres al mismo tiempo. ¿Podemos llevar los juguetes? ¿Y la sombrilla? -siguieron entusiasmados. Allá fuimos con todo, a la playa más céntrica del lugar.

Dos horas más tarde, agotados de armar castillos y de incontables idas y venidas desde la orilla, acomodamos las bolsas para volvernos al hotel. Todo resultaba bastante más pesado que a la llegada, entre arena, caracoles, piedritas que se fueron colando entre las cosas.

El camino de vuelta era un mar de cabezas, piernas y brazos bailando entre remolinas de viento. Intenté cerrar la sombrilla. Imposible. Todo parecía complicarse. Así abierta como estaba apenas logré desenterrarla.

Allá íbamos debajo: nosotros y nuestros bártulos, los más odiados de la playa.

Traté de fijar la mirada en el puesto del bañero, para evitar cientos de ojos que se clavaban a nuestro paso.Una vez ubicado, los cuatro bajo la sombrilla le sonreímos tristemente al hombre fornido, bronceado y musculoso.

Amablemente se bajó de su atalaya y nos dijo:"no se preocupen,tengo algo para resolver el problema. Ya vuelvo".

Entonces, lo vimos salir de su carpa trayendo una masa. "Un golpecito nomas".

Los rayos se retorcieron como si fueran los dedos de una mano que saluda. Nosotros,con la boca abierta. El bañero fortachón desentendido ya del problema,como si hubiera solucionado algo, me miró preocupado:"Algo le chorrea, señora". El termo había decidido acompañar el fin de la sombrilla, dejando una huella de café y azúcar en el piso de cemento enarenado.

Mientras mi hijo más chico hacía un último intento de enderezar los alambres retorcidos, los otros dos corrían alrededor con los bolsos impregnados de café pegajoso. Al final, me puse a sacudir la sombrilla contra el piso, como si fuera una maldición.

Ya un poco más tranquilos, nos miramos convencidos que las vacaciones habían terminado y emprendimos el regreso.