Tigre

 El pasto fresco huele verde,

El cielo se cae al río,
los barcos se mecen solos
con un murmullo tranquilo.
Desde la orilla espero,
mirando hacia tu ventana,
la luz que quedó encendida
serpentea por el agua.
Colgadas de tu reflejo,
se acurrucan las palabras,
me piden algún poema
y las estrellas se empañan.
Sopla el viento y entre las ramas
del aromito se esconden
los miedos y las tristezas,
en las aguas de la noche.

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