Casa de muñecas- Ana G Casale

Ahí está ella,

Sentada frente a la ventana,

algo rígido en su gesto,

pero quién no tiene,

una pieza que le falte,

un hilo descosido,

una herida invisible.


¿Qué pasará por su cabeza?

¿Habitará dentro suyo

esa voz que nunca se calla,

la que proyecta una y otra vez

películas remendadas 

llenas de reproches?


¿Pensará en mí?

¿Soñará con un beso?


¿Pergeñará alguna estrategia para acercarse?

¿O solo se llenará de presente,

de la vista del cielo

y la brisa que entra?


Me apena

no haberme animado

a hablarle

todavía.


En el otro extremo

de la sala estoy,

mis ojos fijos

puestos en esa mujer.


Solo espero 

que Olivia despierte

y nos ponga a jugar 

otra vez.









 

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